El encuentro con la crónica en el lugar de
las hormigas
Por: José A. Carbajal Cortés
Con Dedicatoria a todos los cronistas
que han conformado la historia y crónica de
Azcapotzalco.
Mi acercamiento primeramente con la crónica
es a través de los diversos años de
estudio pasando por los primarios y
secundarios, hasta los inicios del bachillerato en donde
empiezo a saber del asunto de la crónica y
por tanto de los cronistas. Empezaba a estudiar
a aquellos autores que, de una o de otra
forma a través del tiempo han conformado la
crónica, como lo son: Bernal Díaz del
Castillo, Fernando Alvarado (Tezozómoc), López de
Gómara, Gonzáles Obregón, José María
Marroquí, Rivera Campas, Ángel de Campo,
Artemio De Valle Arizpe, Salvador Novo,
Miguel León Portilla, Carlos Monsiváis, entre
otros más. Las calles, las anécdotas, las
leyendas de México que, poco a poco o en mucho,
iban despertando una búsqueda por saber más
del lugar en donde me ubicaba y vivía en esta Ciudad antigua y moderna que no terminaba
de sorprenderme, en la búsqueda de la
identidad del lugar donde vivía.
Es así que por la década de los noventa,
estudiando medio superior, mi primer
acercamiento con estos temas fue en el
bachillerato, fue sobre los brujos de San Juan
Tlilhuaca (en el Plantel del Colegio de
Bachilleres - San Juan Tlilhuaca) referido por un
profesor de Historia Socio-económica de
México, lo que llamó poderosa e interesantemente
mi atención, lo que hace que empiece a
indagar sobre la historia de estos lugares, ya que
recordaba que en la niñez mi padre Juan
Carbajal Téllez me decía al pasar por la parroquia
de Azcapotzalco: Mira dicen que la hormiga
que está ahí se mueve, o que al pasar por un
lugar me decía también: En esta Hacienda de
Clavería comentan que filmaban películas,
aquí filmaron una del Santo. Y así
investigaba lo más que podía de los lugares de
Azcapotzalco y localizaba libros como el de
Azcapotzalco en el tiempo que se me hizo
fascinante de leer. Y es por el año de 1995
que empiezo a leer una interesante publicación
en formato sencillo pero atractivo que
llego a mis manos de forma afortunada llamado
Boletín Informativo de los Cronistas de
Azcapotzalco, que tiempo después deje de ver y
aparecía otra publicación como la anterior
llamada Los Cronistas realizada y editada por
ciudadanos residentes de Azcapotzalco en un
esfuerzo conjunto y que, a partir de estos
textos en sus crónicas experimente el gusto
de un acercamiento a lo local, en los lugares
que eran cotidianos del día a día y desde
tiempos inmemorables guardaban una historia,
una crónica, que para mí eran un acierto,
porque era lo que yo buscaba ávidamente aunque no llegaba a tener todos los números seguía
buscando ya crónicas locales de Azcapotzalco que para mí era algo que estaba descubriendo,
ya fuera en libros o de viva voz que contaban vecinos mayores de edad que tenía la
fortuna en ocasiones de escuchar. Así empezó mi acercamiento con este lugar que tenía una
historia ancestral, que en los libros de texto era reducida, esta historia del gran
Azcapotzalco en algunos renglones y nada más.
En estos textos de Los Cronistas (y en
otras publicaciones más adelante) empezaba a
conocer los nombres de Yolanda Pareyón,
Antonio Urdapilleta, Ma. Elena Solórzano,
Antonia Zempoaltécatl y otros más que iban
surgiendo; seguía viendo las publicaciones
siguientes que salían y los nombres volvían
a aparecer en los artículos descritos como
crónicas, cuentos y también de poesías.
Entonces me imaginaba como serían los autores de tan interesantes crónicas y relatos. Y
llegó entonces el día o los días, en que veía y
escuchaba a los autores de estos escritos,
a los cronistas de Azcapotzalco, esto a partir del
Coloquio de Crónica y Memoria de
Azcapotzalco, organizado en el segundo aniversario del Archivo Histórico de Azcapotzalco en
donde se invitaba al público a asistir al Archivo
Histórico ubicado en la antigua Casa de
Bombas en el Jardín Hidalgo que, en aquel
entonces había sido inaugurado de manera
formal por el Historiador y Cronista de la
Ciudad- Miguel León Portilla el 8 de agosto
del año 2000, al que empecé a asistir a estas
crónicas que, tiempo después aparecería con
ello una Memoria de este referidas reuniones
de los cronistas de nuestro Azcapotzalco.
Entendemos que la crónica son los
relatos, escritos y testimonios, de sucesos por
orden del tiempo con una secuencia y que,
por este medio, se puede escribir y por tanto
describir un relato en un lenguaje
literario, emocional o meramente informativo, de manera
personal o en tercera persona mostrándose
en ello un estilo ameno, con anécdotas o
testimonios que en ocasiones la Historia
como tal no admite, siendo por tanto un estilo más
flexible de escribir en un contexto, tema,
situación o personaje. Así, ha habido desde
historiadores y literatos que nos han
contado la Ciudad desde su época antigua. En pláticas
impartidas por la cronista de la Ciudad
Ángeles Gonzáles Gamio en algún espacio donde se ha presentado, (como lo es en Azcapotzalco)
ha comentado que los cronistas son quienes tienen una visión más cercana de los
diversos lugares de la Ciudad, ya que la cuentan con vivencias y emociones testimoniales
acudiendo a todos los géneros en sus crónicas escritas en manera por demás amenas. La Ciudad
capital como sabemos, está conformada por Delegaciones desde 1928, año en que se
realizó la demarcación territorial en la segunda ley de planificación, en que Azcapotzalco
desapareció como Municipio transformándose en Delegación y que ha contenido dentro de
ella una infinidad de pueblos y barrios que proviene desde tiempos prehispánicos y
coloniales que por tanto, tiene en ello una gran riqueza ya escrita y descrita desde tiempos
pasados y más recientes; esto desde los cronistas coloniales hasta la actualidad y, como
sabemos en las Delegaciones sus antecedentes vienen de sus pueblos y barrios (antiguos
calpulli). Existe, por lo tanto, un cronista o un Consejo de crónicas en diversos lugares que
recaban y escriben su historia local, con sus personajes, anécdotas, leyendas y
urbanismo, como en: Tlalpan, Xochimilco, Coyoacán, Azcapotzalco, Iztacalco, etc., estando por
tanto presentes en toda la Ciudad o D.F.
Y el caso que nos trae aquí son nuestros
cronistas de Azcapotzalco, el cual, al indagar, al
investigar y conocer del cómo se
conformaron, como nació, surgió y salió a la luz la
crónica Azcapotzalca, como ahora la
conocemos propiamente en este tiempo contemporáneo tiene su historia, lo cual
refiero aquí. La iniciativa de este germen surge al formarse un grupo allá por el año de 1989
en el Barrio de Nextengo, un grupo que como cronistas escribieran sobre estos lugares
del ancestral Azcapotzalco y de los
acontecimientos actuales del entorno. Fue
así en el referido año que el padre Senén Mexic
Cariño, (que era cronista de Acatlán en
Puebla) llega para hacerse cargo de las Capillas de
San Lucas Evangelista (barrio de San Lucas
Atenco) y de la Capilla de San Salvador
Nextengo, (barrio de San Salvador Nextengo)
quien, en una iniciativa, reúne a un grupo de
cronistas reuniéndose en la Iglesia de
Nextengo: don David Delgado, el Arqlgo. Antonio
Urdapilleta, Mtra. María Elena Solórzano,
don Álvaro Saldaña, el propio padre Senen y
Elvira Buelna y que, años más tarde se
fueron incorporando más cronistas en este ejercicio
como: la Dr. Yolanda Pareyón, Martín
Borboa, Martina Rodríguez García, Gilberto Pérez
Rico, Alejandro Brito, Estela Guerra,
Marisol Gutiérrez, entre otros (Archivo MES).
Capilla de San Salvador Nextengo en el
Barrio de Nextengo, Azcapotzalco.
También he de mencionar que tiempo después,
se reunían en la primera biblioteca que se
instaló en Azcapotzalco en la época
Vasconcelista, -esta es la actual Biblioteca Pública
Fray Bartolomé de las Casas- interesados en
la crónica azcapotzalca como: Francisco
Martínez Arias, Ma. Antonia Zempoaltécatl,
Antonio Urdapilleta, Ma. Elena Solórzano,
Álvaro Saldaña y otros, esto fue por los
principios de los noventas para escribir y publicar
crónicas de Azcapotzalco, por lo que la
idea sale a la luz con la acertada iniciativa de
Antonia Zempoaltécatl y de Ma. Elena
Solórzano, con las publicaciones ya referidas del
Boletín Informativo de los Cronistas de
Azcapotzalco y de Los Cronistas, así como más
adelante los cuadernillos de Tlacuilo,
Amoxcalli, Azcapil, Los Cronistas Nueva Época y
Buscando rumbos. Estas publicaciones tenían
como tema central los sucesos, crónicas de
sus barrios o antiguos calpullis y de la
historia de Azcapotzalco.
Y son las leyendas mi siguiente
acercamiento a la crónica, ya que nuestras leyendas
provienen desde su época prehispánica,
pasando a lo largo de nuestra historia y también de los sucesos más cercanos a nosotros, que se
han contado y se cuentan al presente. Y es en este inter que surge el Consejo de
Cronistas de Atzcapotzalco, que se había instalado formalmente como Consejo ya en el trascurso
del año de 1998-1999, durante el ejercicio del Jefe Delegacional de entonces Moctezuma
Barragán y conformado el Consejo de Cronistas de Atzcapotzalco por: don David
Delgado, Antonio Urdapilleta, María Elena
Solórzano, Martina Rodríguez García ,
Álvaro Saldaña, Yolanda Pareyón, Martin Borboa
y Juana María Naranjo y es por el 2003 el
acercamiento a la Casa de Cultura de
Azcapotzalco a los Encuentros de Crónica
Historia y Leyenda de Atzcapotzalco
organizados por este Consejo, al cual
empiezo a asistir a estos encuentros realizados.
Es cuando se empiezan a hablar, narrar,
recopilar, las Leyendas de Atzcapotzalco cuyo
primer tomo I presentado en forma sencilla
como cuadernillo, sale publicado en 2003, en
una iniciativa e idea muy acertada: la
recopilación tanto de investigación en los lugares,
como de viva voz de las leyendas de este
nuestro Azcapotzalco, que irán apareciendo en
diversos años en estas publicaciones hasta
su tomo IV, sumándose consecuentemente, más leyendas hasta conformar un poco más de un
centenar que son recopiladas y escritas por Antonio Urdapilleta y Ma. Elena Solórzano
para el conocimiento de los chintololos en un
testimonio de Azcapotzalco como una región
rica en la tradición de leyendas que aparecen
definitivamente ya como libro de Leyendas
de Atzcapotzalco, en 2014 presentándose en el
XIV Encuentro de Crónica, Historia y
Leyendas de Atzcapotzalco.
Anterior a esto, se presentaba junto con
los cronistas de Azcapotzalco en 2002, un grupo
llamado Tlahtoque de narradores escénicos
en diversos espacios culturales y parques,
quienes lo formaron en su momento: Antonio
Urdapilleta, Estela Guerra, Ma. Elena
Solórzano, Martina Rodríguez, entre otros;
así como los narradores escénicos: Ricardo
Molinero (Fray Molinero), Rafael Hernández
y otros más, en la difusión de las crónicas y
leyendas de Azcapotzalco. Haciendo una
pausa, es en el transcurso de estos Encuentros,
que el cronista Antonio Urdapilleta (quien
además organizaba entre tantas actividades la
puesta en escena de la Malinalli la llorona
de Atzcapotzalco) invitaba a las personas
interesadas en las crónicas azcapotzalcas,
a reunirse en el café Aura Mazda los miércoles,
en donde conozco más su trabajo con sus
pláticas directas y en una de estas pláticas me
invita a colaborar con el Consejo de
Crónica por los temas que hablamos e inquietudes que
le manifestaba sobre las Leyendas y del
cine filmado en sitios de Azcapotzalco.
Y es con el paso del tiempo, que empiezan
(ya antes con monografías y periódicos) a
surgir a la luz, diversas publicaciones
incrementando el patrimonio y memoria documental
de Azcapotzalco (además de las que me he
referido anteriormente) que, en diversos años
van incrementándose en número como son:
Azcapotzalco. Libro vivo, Plenitud: claroscuro
en la vida de Don David Delgado, Por donde
pasaron las hormigas, Personajes de
Azcapotzalco, Voces Tepanecas: cápsulas
históricas de Atzcapotzalco, Memoria de
Azcapotzalco: Relatos y recuerdos, 30
Tesoros de Azcapotzalco y otros tantos, con sus
crónicas e historia escritas, que
oportunamente adquiría y daba seguimiento a tanta y tanta
semilla que se esparcía para el
conocimiento cada vez más de sobre Azcapotzalco.
En los subsecuentes años de este nuevo
milenio más publicaciones seguirán apareciendo
acertadamente y con ello la Historia y la
crónica: San Juan Tlilhuaca lugar de lo negro,
Por el Sendero de las Hormigas Crónicas y
Relatos de Azcapotzalco, Las hormigas de Azcapotzalco, Cementerio Vecinal de San
Juan Tlilhuaca, U. H. El Rosario: orgullo de Azcapotzalco, Clavería centenaria,
Azcapotzalco: Globalización e identidad, Historia de Azcapotzalco: Lugar con rostro memoria y
corazón, entre otras publicaciones, con tantos más cronistas, escritores y literatos que
han plasmado sus escritos sobre Azcapotzalco, de este lugar con mucha historia y crónica
perteneciente al valle de México. Es de esta manera con tantas y tantas publicaciones en
el haber mi acercamiento a la historia, crónica y leyendas de Azcapotzalco, y de tener la
gran oportunidad de conocer a los cronistas a quienes envió un saludo de agradecimiento.
Así, detrás del trabajo del cronista hay
una historia, que germina y que se vuelve pasión:
el recabar datos, anécdotas, vivencias,
micro historias, leyendas, de una identidad que nos
forma y nos conforma con diversas
aportaciones particulares y colectivas. De ello ya han
pasado más de 3 décadas en el quehacer de
las crónicas en Azcapotzalco, un quehacer que nos da identidad del lugar de donde venimos
y por tanto de donde estamos situados.
Azcapotzalco, por lo tanto, tiene una
riqueza de antaño y actual, que lo conforma su
historia, sus crónicas, sus leyendas, ya
escritas en su literatura que es, ya vasta y que
seguirá conformándose y escribiéndose en el
quehacer de su vida actual presente y futura
que quien no lo ve así, es porque tiene un
desconocimiento de la ancestral y actual
Azcapotzalco lugar de las hormigas.
Azcatl-hormiga, símbolo de Azcapotzalco